jueves, 24 de octubre de 2013

Sobreviviendo al Big Brother 3.0

Hace algunos años se pusieron de moda unos programas de tipo reality show donde seleccionaban a personas de diferentes perfiles, los metían a vivir en una casa llena de cámaras y el reto era soportar el mayor tiempo posible en ese lugar; mientras las personas podían ver en la televisión lo que hacían esos sujetos dentro de ese hogar y votar (vía telefónica y con un precio de veinte pesos) por quien era el más apto para ganar.  Obvio todos saben de qué estoy hablando: del famoso Big Brother.

Sé que algunos me harán burla de por haber visto Big Brother. Pero ¿quién no lo veía? Mi mamá me decía que ella lo veía "para entender de qué le hablaban sus alumnos y pacientes", otro amigo que se las daba de intelectual argumentaba que para "burlarse". Cada quien tenía su razón, pero la verdad es que a todos nos encantaba estar ahí al pendiente de quién sacaban cada semana y de quién andaba con quién. Cuando salió este programa yo era una morrita de doce años a la que le despertaba cierto morbo seguido de una especie de culpa pues a mi juicio era "algo incorrecto".

A algunos años de que Big Brother pasara de moda, si le pregunto a un individuo "x" acerca de sí aceptaría meterse a un experimento de este tipo me diría que no por muchos argumentos: estaría encerrado, violarían mi privacidad, todo mundo se enteraría de mis intimidades, etcétera. Sin embargo, aunque no seamos habitantes de la casa de Big Brother, es una realidad que vivimos así: estamos encerrados en una "burbuja" creada por el sistema para que no conozcamos nada fuera de lo que las élites quieren, nuestra privacidad fue violada desde la primera vez que llenamos un formulario para registrarnos en alguna red social (sí, Hi5 y Sónico cuentan) y todo el mundo se entera de nuestras intimidades (y no siempre porque nosotros lo publiquemos de modo consciente).

A internet lo han llamado "el Séptimo Continente"; es un espacio inmenso lleno de información sobre todos los temas, un lugar donde todo puede decirse y no hay secretos. Sin embargo, el hecho de que los ciudadanos comunes tuvieran acceso a todo lo que ahí existe resultaría una amenaza para los gobiernos y las compañías. Entonces ¿qué hacen? Pues elegir unos pequeños espacios de internet, "islas de la red" como les llama Jorge Lizama, y promocionarlos como lo único que existe: estoy hablando de Facebook, Google, Youtube, Twitter, etcétera.

La mayoría de los usuarios promedio conoce un número muy limitado de herramientas de internet, su espacio de búsqueda se limita a Google y Yahoo; y no tienen idea de que estos buscadores venden la información de tus búsquedas y la utilizan para seleccionar los anuncios publicitarios que verás. ¿Acaso no te ha sucedido que si tecleas la palabra "Vips" para investigar donde está la sucursal de la cadena más cercana todo el día te aparecen anuncios del restaurante?

Son cosas que pocos saben y algunos intuyen pero son ciertas. El correo electrónico es otro tema: ¿sabían que los empleados de estas compañías tienen acceso a tus conversaciones? Si esto sucede con las simples búsquedas y el correo electrónico ¿qué sucede con la información que publicamos en redes sociales? Literalmente, estamos regalando información sobre nosotros y ahorrando millones de dólares a las compañías en investigación de mercados.

¿La solución? Limita tu actividad personal en redes sociales y regresa a la vida real; sí eres una gran empresa el social media puede ayudarte mucho, pero si eres una persona común y corriente debes tener cuidado. Por otro lado, te recomiendo que descargues navegadores alternativos como Tor, buscadores como duckduckgo.com, utilices servidores de correo electrónico como hushmail.com o gmx.es y desactives el GPS de tu celular si no estás buscando un lugar en específico.

Así que, recuerda cómo decía Jamie Lee Courtis en su papel de mamá-psicóloga en "Viernes de Locos" cuando retira la puerta del cuarto de su hija como castigo: "La privacidad es un privilegio", así que cuídalo y no lo regales. No dejes que Google, Facebook y las cámaras que hay dentro de tu casa sigan viendo más de lo que deben ver.









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